En la actualidad, se pueden encontrar algunos folletos publicitarios de inmobiliarias que no son realmente ciertos. Suelen traer algunas diferencias con lo que realmente tiene la vivienda que será entregada, convirtiéndose en una falsa publicidad.
Muchas de las promotoras suelen tener excusas frente a estas diferencias que suelen notarse al entregarse la vivienda. Suelen mencionar ante un Tribunal Supremo que no se encuentran vinculados con los documentos publicitarios que existen. Sin embargo, todo esto termina afectando claramente el proyecto que tiene, ya que las obras no están en las mejores condiciones.
¿Cuáles son las misiones de estos folletos publicitarios?
Los folletos publicitarios suelen estar relacionados con el promotor inmobiliario de forma directa. Algunos de ellos con supuestos totalmente inconcebibles que terminan afectando su imagen. La misión que tienen con estos elementos publicitarios puede variar según las necesidades que tenga la empresa. Así podrán engañar a más usuarios para que terminen realizando compras de inmuebles.
Una de las principales misiones es la de mostrar un inmueble terminado, cuando aún se encuentra en construcción. De esta manera, al momento de entregarlo, el cliente nota las claras diferencias con relación al folleto. Sin embargo, suelen excusarse en no tener ningún tipo de relación con estos elementos publicitarios.
Por otro lado, suele haber diferencias en la topografía y el conjunto urbanístico donde se encuentran. Ofrecen amplios viales o zonas de recreación, pero la realidad es otra luego de ganar su confianza con folletos falsos. Todo esto afecta las expectativas de los clientes, jugando con lo que creyeron encontrar y sintiéndose defraudados.
¿Cómo se maneja esto en Tribunales?
Dentro de las resoluciones de los Tribunales se tiene claro que estos promotores no van con buena intención. No se justifica que lo que ofrecen a la Administración sea distinto a lo que se tiene realmente ofertado. Por otro lado, es necesario que deban responder a ello y las molestias causadas.
El promotor debe responder por cada una de las vicisitudes que existen, no se puede desplazar la responsabilidad al comprador o consumidor. Es una realidad que todo el proceso inmobiliario es dinámico y que las medidas no siempre son exactas en el proyecto. Pero los cambios y las falsas promesas deben ser penalizados al jugar con la confianza del cliente.
Una sentencia clara para el promotor
Desde la Audiencia Provincial de A Coruña, se desarrolló una sentencia clara para el promotor. En un caso de falsas características publicadas, se le rebajó el 25% en el precio de la vivienda. Dentro del proceso se menciona que la publicidad en los procesos de toma de decisiones de un comprador cada vez es más relevante.
Además de esto, también se crea una falta expectativa que le permita ver con claridad la conveniencia de la compra. La empresa vendedora del inmueble no entregó todo lo que se había enunciado en la actividad publicitaria. El caso terminó resolviéndose como un acto ilícito por parte de la empresa que no dio lo prometido a los clientes.
Siempre es importante guardar los folletos publicitarios
Uno de los consejos que suele darse es el de guardar los folletos publicitarios de un inmueble que se desee comprar. Esto servirá como un método de protección en caso de que el resultado final de la vivienda no sea el ofrecido por el promotor.
Esto permite que el grupo de abogados pueda tener un respaldo claro de lo que fue entregado al posible comprador. Así se tendrá un proceso con pruebas que serán mostradas en los Tribunales luego de ejecutar la respectiva denuncia al promotor.
Si tiene cualquier consulta, puede contactar con el despacho de abogados de Carlos Baño León