La hipoteca fija es una figura jurídica que garantiza el cumplimiento de ciertas obligaciones contractuales contraídas entre dos o más partes. Hablamos de préstamos inmobiliarios, entre otros, donde la propia vivienda a adquirir, o alguna otra, funge como garantía para el acreedor por parte del deudor.
En este tipo de financiamiento cuenta un pago determinado, en cuotas acordadas previamente, con el recargo de ciertos intereses. Estos últimos se mantendrán invariables hasta el pago total del mismo. Y en caso de no cumplir el deudor, el acreedor queda facultado legalmente para ejecutar dicho inmueble.
La hipoteca fija y sus características
Definitivamente la estabilidad que ofrece la hipoteca fija es lo que muchos prefieren a la hora de poder presupuestar su dinero con estabilidad a futuro. No obstante, presenta algunas características a considerar y que no todos ven con buenos ojos, tales como:
- Las cuotas normalmente implican mayor cantidad de dinero que las correspondientes a la hipoteca de tipo variable.
- Los intereses implícitos en el pago de las cuotas derivadas también son más altos.
Así que aplicar este sistema acarrea pagar más elevados montos en cuotas mensuales, semestrales o anuales, según se haya acordado previamente.
Ello sin que le afecte en modo alguno las fluctuaciones propias del índice de referencia conocido como Euribor.
Tipos de intereses en las hipotecas
Si alguna vez has disfrutado de un crédito hipotecario ya debes estar familiarizado con los términos asociados a los intereses inherentes. Pero si no es así te informamos de que aquellos suelen estar representados con el TIN y con la TAE, especialmente vinculados a la hipoteca fija. Pero veamos de qué se tratan:
- TIN: Esta sigla representa la abreviatura de Tipo de Interés Nominal. En síntesis, tal modo de intereses implica un pago fijo aplicado al monto de dinero prestado por la entidad bancaria que otorga el crédito. Ello en función del concepto de pago por su correspondiente concesión.
- TAE: Se refiere a la Tasa Anual Equivalente, también llamada Tasa Anual Efectiva. Este toma en cuenta para el cálculo al interés nominal de acción crediticia, las comisiones de transacción, ciertos gastos operativos y la frecuencia de pagos. Sirve para comparar las ofertas del mercado.
- Tipo Mixto: Tal modo de interés implica una combinación opcional entre las tasas de tipo fijas y las de tipo variable. Un ejemplo de ello podría ser la aplicación de valores fijos durante los primeros años del crédito para después aplicar la tasa variable.
Estos elementos son muy importantes al evaluar lo que ofrece el mercado para tu mayor beneficio, en lo cual conviene que seas asistido por especialistas inmobiliarios. Así que si pretendes hacerte beneficiario de un crédito hipotecario, lo mejor es que vayas familiarizándote con aquellos.
Requisitos para adquirir una hipoteca en España
Sea que pretendas adquirir una hipoteca fija o de tipo variable existen algunos requisitos que has de cumplir por igual. Se trata de ciertas condiciones que te permiten cubrir el perfil mínimo exigido por las entidades financieras. Y entre ellos tenemos:
Poseer en ahorro al menos un 30 % del valor total de la vivienda a adquirir (aunque existen casos excepcionales que implican montos inferiores).
Ganar suficiente dinero como para poder pagar las cuotas del crédito.
Contar con una fuente de ingreso estable, como por ejemplo un empleo formal.
Además de lo dicho, también cuenta poseer un satisfactorio historial de créditos en tu haber bancario. Y al mismo tiempo facilitar los avales o garantías requeridas por la entidad financiera.
Consideraciones generales sobre el pago de cuotas
Una vez adquieras tu hipoteca fija, monitorea cuánto de tu pago se toma para satisfacer los intereses derivados. Hecho esto sabrás cuánto amortizas el capital. Hablamos del dinero prestado inicialmente, pues de esta manera podrás hacer mejor seguimiento al cumplimiento de tus obligaciones contractuales derivadas.