Hay personas que al encontrarse en circunstancias vulnerables necesitan protección, por lo que la tutela sería la mejor opción para este tipo de casos. Estas personas suelen tener limitaciones físicas o han perdido alguno de sus progenitores. Sigue leyendo para que descubras más sobre este tema y cuáles son las responsabilidades que conlleva tener una tutela.

Personas que pueden asumir la tutela

Debemos acudir a los lineamientos del artículo 234 del Código Civil para determinar quién está habilitado para desempeñar este cargo:

• La persona que ha sido escogida para la tutela independientemente si existe relación de parentesco o no.
• Los padres del tutelado.
• Alguna persona que comparte la residencia con el sujeto a proteger.
• Las personas físicas que se mencionan en testamentos y otras disposiciones de última voluntad.
• Hermanos ascendientes o descendientes nombrados por el juez en una orden judicial.

El tutor solo puede ser designado por el poder judicial del Estado. Como resultado, el juez, que está encargado del proceso, es el responsable de elegir al tutor. El tutor deberá asumir la tutela de manera inmediata ante el juzgado o tribunal correspondiente. Este organismo estará a cargo de administrar sus operaciones y llevar el control de las acciones que realice el tutor.

Obligación que debe asumir

A pesar de que el juez asigne la tutela, es posible que el tutor opte por renunciar antes de comenzar a cumplir su deber. Eso sí, debe justificar factores considerables para demostrar que no podrá ejercer su deber.

La responsabilidad de ser tutor es un desafío y más cuando es por primera vez. Por eso es importante que antes de aceptar esta responsabilidad conocer las obligaciones que conlleva. Entre las que se encuentran:

• Brindar apoyo emocional y económico a la persona bajo su cuidado.
• Establecer una relación respetuosa y considerada con el tutelado.
• Mantener informado al juez todos los cambios en la salud, lugar de residencia y la situación económica.
• El tutelado debe recibir la educación adecuada.
• Debe aceptar la responsabilidad de cualquier acto que lo perjudique directa o indirectamente.
• Está obligado a entregar al tribunal un informe anual que detalle la situación financiera de la persona bajo su cuidado.

El tutor está obligado a presentar al tribunal un informe denominado rendición final de cuentas al término del período de tutela. Este puede ser dado por la mayoría de edad del menor, su muerte o su recuperación. Tiene un plazo de 3 meses contados a partir del día en que finaliza la tutela.

Cómo dar por terminada la tutela

Un tutor puede renunciar a la tutela, pero no antes de celebrarse una audiencia inicial. Debe demostrar que su renuncia será para beneficio del menor. Luego de que el juez lo acepte, deberá buscar un reemplazo entre los miembros de la familia o voluntarios para encontrar un nuevo tutor.

Al no encontrarse un candidato para tutor, el menor puede ir a un tribunal de menores. Para otorgarla a otra persona, el juez tomará en cuenta alguno de estos requisitos:

• Tiene una residencia en un lugar seguro.
• Cuenta con un ingreso económico estable.
• Es capaz de hacerse cargo del niño o niña.
• Puede proporcionarse todos los derechos de educación, salud y recreación.

En caso que cualquier familiar o padre quiera volver a vivir con el tutelado, es importante que pueda brindarle un hogar digno donde vivir.

El juez puede tomar en cuenta las preferencias que tenga el menor, solo si este tiene más de 12 años. Ahora ya sabes toda la responsabilidad y compromiso que se asume al momento de obtener la tutela de un menor. Nosotros brindamos los mejores servicios para ayudarte en tus asuntos legales.