Se conoce como cédula de habitabilidad al documento legal de una propiedad que cumple los requerimientos necesarios para poder ser habitada según la legislación vigente. Dichos requisitos incluyen factores espaciales, ventilación, iluminación, seguridad, así como también las instalaciones mínimas solicitadas.
Estos elementos son obligatorios para que los suministros puedan darse de alta en caso de ser necesario. Hablamos de agua, luz y gas. También resulta necesario para poder realizar compra y venta de inmuebles. Sin embargo, es conveniente saber que no en todas las zonas de España puede escriturarse sin este documento.
Por otra parte, el Decreto de Habitabilidad tiene como exigencia que los notarios soliciten la cédula en gestiones vinculadas a todas las viviendas. Esto siempre y cuando tengan como fin compras, ventas, trasmisiones, admitir una herencia, entregas a acreedores, entre otros trámites.
Además, si deseas cambiar los suministros es posible que la comercializadora lo pida para verificar que se cumpla con la normativa vigente. En términos generales, es un documento fundamental para realizar diferentes trámites, aunque en muchas regiones de España no es considerado imprescindible.
¿Se puede adquirir una casa sin este documento?
Puede suceder que al buscar comprar una vivienda tu promotor te indique que debes firmar aun sin tener la cédula de habitabilidad. En ese caso, tienes la opción de negarte mientras no poseas el escrito.
No obstante, existen algunas regiones de España como Madrid, Andalucía y Aragón que anularon este requisito. Pero sí es solicitado para el caso de propiedades de obras nuevas.
Aparte, existen algunos casos en los que el vendedor queda exonerado. Ejemplo de ello es una vivienda sin condiciones de habitabilidad porque requiere de reformas, etc. En tales situaciones comprador y vendedor pueden pactar la exoneración, para lo cual conviene actuar bajo asesoría experta en la materia.
¿La licencia de primera ocupación y la cédula de habitabilidad son lo mismo?
En muchas ocasiones se tiende a confundir ambos documentos, por ello es fundamental aclarar que no son lo mismo. Pues, aunque similares, certifican y legalizan el cumplimiento de diferentes parámetros, tal como se verá a continuación.
De esta manera entonces tenemos que la licencia de primera ocupación es aquel documento urbanístico que certifica que una propiedad fue construida tal cual declara el proyecto. Dicho documento debe ser adquirido bien sea por viviendas de obras nuevas o por aquellas que hayan sufrido algún tipo de cambio.
Mientras que la cédula de habitabilidad consigue demostrar que el inmueble cumple los requerimientos mínimos de sanidad, seguridad e higiene para ser habitado. Vale la pena destacar que estos podrían ser de primera o segunda ocupación.
Importancia de que una propiedad cuente con cédula de habitabilidad
En España, las propiedades ameritan poseer licencia de primera ocupación, pues este documento avala que la vivienda fue inspeccionada y que, por ende, podrá ser habitada. Por ello, es importante cuentes con aquella para disfrutar de los siguientes aspectos:
Tendrás total seguridad de que la propiedad cumple con las normativas exigidas. Esto, por supuesto, si la casa cuenta con cédula de habitabilidad. Así, se dará cumplimiento a la Licencia de Construcción y a todos los requerimientos establecidos por las leyes urbanísticas.
Posibilidades para conseguir una hipoteca. Si posees dicho documento cuentas con mayor facilidad para hacerte de una hipoteca. Y es que aunque no sea obligatorio, el sector bancario y financiero lo solicitará.
Contar con acceso a la red de suministros. Mediante este documento tendrás acceso a la luz eléctrica, agua, gas y telecomunicaciones.
Cabe destacar que en diversas regiones españolas, donde algunas compañías conectan los servicios en casas sin cédula de habitabilidad, podrá presentarse el certificado del ayuntamiento. De esta manera, demostrarás que ya fue solicitado.