Hipotecas para locales comerciales
Las hipotecas comerciales son una forma popular y flexible de adquirir bienes inmuebles. Las condiciones generales que ofrecen los bancos en los préstamos para este tipo de transacciones pueden variar, pero siempre hay espacio en la mesa.
Las hipotecas no sólo están destinadas a la vivienda. En el mercado también podemos encontrar préstamos que financian locales comerciales, ¡que es uno de los activos inmobiliarios que actualmente ofrece altas tasas de rentabilidad!
La principal diferencia entre las hipotecas comerciales y los préstamos hipotecarios es el riesgo que conllevan. Por ejemplo, los bancos suelen establecer requisitos más estrictos para los prestatarios que desean obtener este tipo de financiación, lo que se traduce en plazos de amortización más cortos (y, por lo tanto, en tipos de interés más altos); también es necesario tener algo de dinero extra ahorrado, ya que el 70% o menos puede estar disponible en función del tipo de historial crediticio -si es que lo hay- que la persona haya tenido previamente antes de solicitarlo.
Analizar las condiciones generales que establece el sector financiero en este tipo de hipotecas:
Hipotecas para locales comerciales: un proyecto más arriesgado que la compra de viviendas
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de las hipotecas sobre edificios es que representan un mayor riesgo para los prestamistas en comparación con la compra de viviendas tradicionales, ya que en caso de que haya dificultades económicas, estos proyectos correrán un mayor riesgo en caso de que se produzca algún impago (lo que puede depender totalmente del valor que haya adquirido su negocio).
Ya que adquirir un local comercial supone tener que enfrentarse a condiciones menos favorables para el cliente, así como a requisitos más exigentes por parte de los bancos a la hora de conceder hipotecas.
A la hora de solicitar una hipoteca para comprar un inmueble comercial, hay muchas diferencias clave entre los inmuebles residenciales y los no residenciales.
Una de las cosas más importantes que necesitas para que no sólo te aprueben, sino también para que te ofrezcan tasas competitivas, es tu puntuación de crédito,
El banco nos ofrece plazos de amortización más cortos para devolver el dinero que nos ha prestado.
Por término medio, la mayoría de las hipotecas se proponen para viviendas que tienen una duración prevista entre los pagos de unos 20-30 años; sin embargo, con los locales comerciales se puede esperar un plazo más cercano a los 15-20 años.
Los tipos de interés más altos de las hipotecas residenciales no son el único factor que las diferencia de los préstamos para locales. El tipo de préstamo también determinará cuánto hay que pagar tanto en concepto de capital como de intereses, que pueden ser fijos o variables.
Para comprar una vivienda, necesitarás más ahorros iniciales si el porcentaje de financiación es menor. Por ejemplo, en el caso de las hipotecas residenciales, lo más habitual es que los bancos y otros prestamistas ofrezcan hasta un 80% en las viviendas, pero ofrecen un 60-70% en los casos en los que los compradores adquieren locales.
La ley hipotecaria de 2019 redujo al mínimo los gastos que deben pagar los clientes de los bancos para obtener hipotecas. Entre ellos se encuentran las comisiones relacionadas específicamente con el uso residencial y otros factores, pero son asumidos por los bancos solo en los casos en los que las viviendas se van a utilizar uso doméstico, algo que no siempre ocurre cuando se compra un local.
Cuando se contrata una hipoteca para una propiedad comercial, hay muchos más costes que con las viviendas residenciales. Tendrá que pagar el impuesto sobre actos jurídicos documentados (IAJD), los gastos de notaría y otros gastos asociados, como los de la Agencia del Registro de la Propiedad.
¿Se puede pedir una hipoteca para un local comercial para convertirlo en vivienda?
La respuesta es sí, es posible pedir una hipoteca para inmuebles comerciales y convertirlos en viviendas. El proceso se seguirá concediendo en los locales aunque estemos utilizando estos edificios como nuestra vivienda–desde una perspectiva legal esta operación cuenta como compra y no como conversión por lo que hay algunas diferencias en el funcionamiento de las hipotecas en comparación con los préstamos residenciales.