¿Has escuchado hablar alguna vez sobre las agrupaciones de interés económico? Conforme pasa el tiempo, los empresarios y profesionales escuchan más sobre ellas. Sin embargo, aún es un término desconocido para muchas personas y por ende tampoco saben cómo funcionan.
Estas agrupaciones están encargadas de velar por sus socios mejorando los resultados de las actividades que estos estén desarrollando. Sin embargo, hay mucho más detrás de este término relativamente nuevo, así que hablemos con mayor detalle sobre estos grupos.
¿Cómo podemos definir a las agrupaciones de interés económico?
En palabras simples, las agrupaciones de interés económico son entidades mercantiles. Estas son conocidas por las siglas AIE y, como ya mencionamos, su objetivo es facilitar o mejorar el desarrollo de las actividades económicas de cada socio. No obstante, todo esto lo realizan sin fines lucrativos.
Lo anterior quiere decir que los beneficios que pueden que pueden obtener no se contabilizarán en la sociedad. Además, estas agrupaciones se limitan solamente a una sola actividad económica auxiliar, la que desarrollen sus socios.
¿Cómo funcionan las AIE?
Aunque no tengan ánimo de lucro, las AIE poseen su propia personalidad jurídica. Teniendo esto en cuenta, estas agrupaciones no pueden disponer de participaciones en las sociedades en las que sean miembros. Aunado a lo anterior, tampoco pueden controlar o dirigir las actividades económicas de sus socios.
Dicho lo anterior, las AIE pueden ser constituidas por personas jurídicas o físicas involucradas en actividades agrícolas, empresarias o artesanales. Sin embargo, también pueden estar en ella instituciones no lucrativas que se dediquen a la investigación y gente con profesiones liberales.
¿Cómo pueden crearse las AIE?
En términos legales, para poder constituir una AEI debe haber como mínimo dos socios. En cuanto al capital que estos deben aportar, la ley no especifica un monto mínimo, así que se toma esto en cuenta al momento de crearla.
Al ser una sociedad, los acuerdos deben establecerse en una asamblea en la que estén presentes los socios. Sin embargo, también es válido determinar algunos acuerdos a través de correspondencia. Eso sí, es muy importante que por el medio que se haga queden registros escritos de las consultas y los votos de los socios.
¿Cómo es la toma de decisiones en estas agrupaciones?
Es imprescindible que, al momento de tomar una decisión, por más mínima que sea, el acuerdo sea unánime. No obstante, si en los acuerdos de constitución establecen que pueden adoptar otras formas en la toma de decisiones, entonces sí se podrá proceder.
Es también muy importante que en las escrituras se reflejen los fines de la agrupación, así como los votos de cada socio. De la misma forma, se deben establecer los requisitos necesarios si se van a adoptar nuevos acuerdos y acerca de la financiación que tendrá la AIE.
¿Existen AIE en España?
La respuesta es sí, solo que se denominan Agrupaciones Europeas de Interés Económico (AEIE). Estas están reguladas por la UE y su Reglamento, y se establece que las mismas deben favorecer el desarrollo de las entidades pertenecientes a la UE. ¿Cómo pueden encargarse de esto? Con la cooperación entre entidades.
¿Las agrupaciones tienen límites?
Por supuesto, estas agrupaciones tienen sus límites, como, por ejemplo, el ya mencionado de no poder controlar o dirigir las actividades económicas de los socios. Tampoco pueden tomar parte dentro de una empresa que sea miembro de la asociación.
Las AIE no pueden emplear a más de 500 asalariados ni ser parte de un préstamo a directivos de otras sociedades. Tampoco debe usarse a la agrupación en ningún tipo de transferencia de bienes entre un directivo y la sociedad.
El término AIE puede generar muchas dudas y no es para menos. Por eso, es muy importante contar con profesionales que conozcan del tema; si estás interesado en crear una AIE, consulta con expertos para evitar malentendidos y diversos problemas legales.